¿Qué es un desengrasante?
Los desengrasantes son productos químicos utilizados para la limpieza. Existen diferentes tipos y es importante conocerlos porque sus usos pueden ser infinitos. Si quieres saber más, a continuación te explicamos qué es exactamente un desengrasante, los tipos de desengrasantes y sus aplicaciones.
¿Qué es exactamente un desengrasante?
Los desengrasantes son sustancias de composición alcalina capaces de eliminar la grasa y el aceite de cualquier superficie mediante una reacción química que se produce al contacto.
Los desengrasantes ayudan a eliminar la suciedad, facilitando la limpieza.
Por otro lado, es importante saber que, según su uso, se clasifican en dos tipos:
- Los de uso doméstico.
- Los de uso industrial.
En general, estos últimos son mucho más potentes por su formulación y concentración, garantizando una mejor limpieza.
En el caso de los desengrasantes de uso doméstico, no son sólo los que se utilizan en los hogares, ya que dentro de esta clasificación también encontramos los que se emplean para la limpieza de superficies de todo tipo, los que se utilizan para la limpieza de restaurantes e incluso de oficinas. Tienen una acción limpiadora moderada y su precio es bastante barato porque generalmente son productos listos para usar (no concentrados).
Los desengrasantes industriales, en cambio, son los que proporcionan una limpieza parcial, ya que su composición es mucho más concentrada y la eliminación de la grasa y el aceite acumulados es mucho más fácil. Tienen una acción de limpieza más potente.
Tipos de desengrasantes
Además de la clasificación basada en su uso, los desengrasantes tienen otra clasificación muy importante basada en la composición química de la sustancia alcalina. Dependiendo del tipo de suciedad a eliminar, se elegirá el desengrasante:
- Desengrasantes a base de disolventes, la acción disolvente de aceites y grasas se produce por una reacción química del disolvente, ya que éste permite la deshidratación de la molécula de grasa que reside en una superficie.
- Desengrasantes al agua, este tipo de desengrasante actúa como emulsionante de grasas y aceites, ya que al actuar sobre estas moléculas, se desprenden de la superficie y, al perder su adherencia a la misma, su eliminación es mucho más fácil.
- Desengrasantes orgánicos, la acción desengrasante de este tipo de sustancias es muy similar a la de los disolventes, ya que disuelve la grasa. Sin embargo, la clara diferencia radica en la base del producto, que se deriva de los hidrocarburos.
- Los desengrasantes inorgánicos son desengrasantes de base acuosa y, al igual que los inorgánicos, promueven la emulsión entre la grasa y el agua. Suelen ser más neutros que los tres que hemos mencionado recientemente y son buenos para cuando el clima es muy cálido o muy frío.
Usos o aplicaciones de los desengrasantes
Ahora que sabemos qué es realmente un desengrasante, cómo funciona y sus clasificaciones más comunes, es el momento de hablar de sus aplicaciones. Realmente son interminables, pero a efectos de explicación, describiremos los casos más comunes.
En la cocina, se utiliza para limpiar los utensilios, eliminar la grasa de cualquier parte de la cerámica, limpiar los electrodomésticos (especialmente los de acero inoxidable), limpiar los cristales, la cocina, el horno, el suelo, la campana, las encimeras, entre otros lugares donde pueda haber grasa o aceite.
En el cuarto de baño, son ideales para limpiar encimeras, azulejos, cerámica, la bañera, los lavabos, el suelo e incluso los armarios (en caso de que los haya).
En el suelo de la casa, esta es la superficie más propensa a ensuciarse con cualquier tipo de grasa, por ejemplo, orina de perro, que se vuelve grasienta y si no se limpia con desengrasante toda la superficie se vuelve pegajosa.
En las tapicerías, no debe aplicarse en grandes cantidades, sino con un paño húmedo, para no dañar el tejido y evitar mancharlo.
En el papel de vinilo, tiene la capacidad de eliminar las manchas y la pintura que haya caído sobre él.
En los juguetes de plástico, ayuda a eliminar la suciedad que se adhiere a ellos.
En ollas y sartenes.
En las parrillas de la barbacoa, para eliminar la grasa que se ha pegado a ellas.